lunes, 31 de agosto de 2009

esa maldita otitis

ESA MALDITA OTITIS


La otitis es una de las enfermedades más frustrantes en la consulta veterinaria diaria. Si bien hay animales más predispuestos que otros, en la realidad práctica sucede en una gran variedad de perros, sin importar la edad, la raza o el sexo.
Lo primero que se percibe es la molestia del perro, que puede manifestarse por sacudidas de cabeza, rascado frecuente de las orejas o renuencia a que les toquen la cabeza en la zona cercana a las orejas, inclusive reacciones agresivas ante un intento de acariciarlo.
Por lo general, en vez llevar al animal a la consulta veterinaria, van a comprar alguna “gotita mágica” para curarle el oído, con lo que no solo no logran su objetivo sino que agravan la situación. Acá empieza un círculo vicioso que termina con complicaciones serias en el oído del animal, por infecciones concurrentes con otras bacterias u hongos y además complica tanto el diagnóstico como el tratamiento al profesional ya que no vemos el estado inicial de la enfermedad.
Por supuesto que cada profesional tiene su metodología y su forma de encarar el tratamiento, así que lo único que yo voy a hacer es comentarles mi forma de realizar las cosas, basada en mi experiencia personal.
Por desgracia cuando un perro llega a mi consulta por otitis, ya tiene un historial bastante extenso de tratamientos previos tanto médicos como caseros, así que el problema ya se presenta oscuro.
Lo primero que yo hago es retirar todo tipo de líquidos, gotas y otras yerbas que le estén poniendo en el oído al pobre animal. Hay que tener presente una cosa, el conducto auditivo de los perros tiene forma de L, es decir tienen un conducto vertical, que es al cual podemos acceder y adonde le metemos todos los productos, cotonetes, etc, y un conducto horizontal que es el que está en contacto directo con el tímpano y es adonde quedan acumulados todos los productos que colocamos y al cual no podemos acceder, salvo con instrumental apropiado y con el animal sedado.
Si la piel del pabellón no esta lastimada ni inflamada, no doy medicación, pero si hay lesiones evidentes, medico para curar esas heridas. Paso seguido, indico hacer un cultivo y antibiograma para identificar el germen y el antimicrobiano adecuado para el tratamiento. Si bien esto para algunos propietarios resulta costoso, es útil porque no solamente utilizamos el medicamento adecuado sino que no creamos formas de resistencia ni favorecemos la proliferación de otro tipo de flora en el conducto auditivo que pueda incluso llegar a dañar la membrana timpánica.
Otra cosa que recomiendo es limpiar la cera o las secreciones del oído con un cotonete seco y sacar todo concreción que impida una normal respiración de la piel del oído. Pero nunca, ni bajo ningún punto de vista, indico colocar líquidos, pomadas u otros productos de preparación comercial hasta que no tenga el resultado de los estudios.
Algo que es importante destacar es que el resultado de los estudios tarda bastante, hasta 10 días. Y acá se presenta un problema, si el animal esta muy dolorido, es imprescindible iniciar un tratamiento, pero siempre elijo el menos dañino y el que menos efectos colaterales pueda tener, por eso hay que tener en cuenta el estado general del animal, enfermedades subyacentes y/o concurrentes, etc.
Dentro de los resultados de los estudios, podemos encontrar bacterias y/u hongos. Dentro de las bacterias la peor de todas es la pseudomona aeuruginosa. Esta bacteria es sumamente resistente y difícil de erradicar, hasta llega a resultar imposible y esto esta íntimamente relacionado a los tratamientos previos hechos al azar y sin estudios que los respalden. Esta bacteria es tan nociva que a veces es necesaria la cirugía y ni aún así en muchas ocasiones es posible erradicarla, ya que el tratamiento muchas veces implica la limpieza y colocación de algún líquido en forma tópica en el oído, y eso en un perro grande, malhumorado o chico y mordelón, es bastante dificultoso. En algunos casos el medicamento debe ser colocado cada dos horas lo que resulta imposible por el horario y por la molestia del animal. Todo esto lleva a un fracaso rotundo del tratamiento, aún teniendo identificado el germen y el antibiótico adecuado. También es muy común que se interrumpa el tratamiento porque el perro “ya está bien”, según el “profesional propietario”. Eso hace que se generen formas de resistencia que luego no responden a ningún tratamiento y el perro y el propietario viven una vida miserable debido a no hacer las cosas bien desde el principio.
Una perlita de las otitis son los otohematomas, que se producen como consecuencia de los sacudones de cabeza y los golpazos de las orejas contra objetos contundentes. Un otohematoma no es otra cosa que, como su nombre lo indica, un hematoma en la oreja. Los golpes rompen los vasos sanguíneos capilares, y la sangre liberada no tiene vía de escape y se acumula en la oreja formando un gran globo (o pequeño depende de lo bruto del sacudón) que tiene una sola solución y es la quirúrgica. Las otras soluciones son dolores de cabeza y gastaderos de plata que finalizan en una cirugía. O por último hay una tercera solución, ignorar al perro y a su otohematoma y finalmente la naturaleza soluciona todo como puede. No sin hacer sufrir al pobre animal un poquito bastante.
En resumen, la otitis, esa maldita enfermedad, no es algo sencillo que lo solucionamos con unos polvitos mágicos y listo. No hay forma de prevenirla, aunque podemos tratar de disminuir los riesgos de padecerla adoptando hábitos higiénicos preventivos, tales como: no limpiar los oídos con ninguna sustancia tales como gotas óticas, alcohol boricado, etc, solo por si acaso, hacerlo si un profesional lo prescribe, una manera de mantener limpio el conducto auditivo es limpiarlo con un cotonete seco y sacarle solo la cera excedente, si es una raza que lo amerite, eliminar los pelos de los oídos para evitar la acumulación de cera entre los pelos y que se haga un pegote, (eso lo debe hacer un profesional), si acostumbra bañar a la mascota, póngale algodón en los oídos antes del baño, para evitar que entre el agua y se humedezcan los conductos y favorezca la proliferación microbiana, y sobre todo, y lo más importante, consulte con un profesional idóneo, y que se incluya la revisión de los oídos en el examen anual que le deben hacer al animal cuando lo lleva para su vacuna de todos los años. NO SE OLVIDE QUE LO MÁS IMPORTANTE ES TENER UN VETERINARIO /A EN EL CUAL USTED CONFIE, NO EL MÁS BARATO O EL QUE LE QUEDA MÁS CÓMODO, SINO EL MÁS CONFIABLE Y CON EL CUAL USTED TENGA UNA BUENA COMUNICACIÓN. ACOSTUMBRESE A PREGUNTAR Y EXIGA UNA RESPUESTA DE ACUERDO A LO QUE USTED PUEDA ENTENDER. NO SE QUEDE CON DUDAS Y ASEGURESE QUE SU VETERINARIO LA VA A ATENDER EN EL CELULAR QUE LE DE AUNQUE SEA FUERA DEL HORARIO DE ATENCION, EN UN MOMENTO DE DESESPERACION TOMAMOS DESICIONES EQUIVOCADAS. TENGALO EN CUENTA, LAMENTARSE DESPUES NO SIRVE DE NADA. HASTA LA PRÓXIMA

VET. CRISTINA DAPROTIS
VETERINARIA BONZOPET